Para el auditorio del Banco de Corrientes, ubicado en el primer piso del edificio, se construyó un acceso independiente, escalera y tres ascensores de uso exclusivo. Cuenta con alfombras y revestimientos acústicos especiales, sala de control lumino técnico y transmisión de vídeo en directo.
El Banco de Corrientes fue construido por Panedile Argentina, mientras que la arquitectura la desarrollamos junto con el estudio local Bury Mayer.
En ESARQ venimos trabajando desde hace muchos años en este tipo de proyectos, cada uno es un desafío para mejorar los espacios y trabajar la acústica.
Otro de los auditorios que diseñamos fue el de la Torre BBVA, un rascacielos de oficinas comerciales y financieras, sede principal del banco en Argentina, ubicado en la zona de Catalinas Norte.
El auditorio se ubica en los niveles 1 y 2 del edificio, sobre la Avenida Madero, con un alto nivel sonoro exterior, lo cual nos planteo un desafío para lograr los altos requerimientos acústicos del espacio interior. Esto lo resolvimos con un trabajo de perfil de cielorraso y límites laterales fabricados en madera de diferentes absorciones según su ubicación.
Se trata de un auditorio moderno, innovador, con equipamiento de última generación. Las butacas para la sala, presentan altas prestaciones de confort, conectividad tecnológica y disponen de atriles para sesiones de trabajo.
Gracias a un cerramiento móvil, la sala puede quedar dividida en dos para eventos de menor capacidad.
Por último, otro auditorio que se destaca entre los que hemos diseñado, es aquel ubicado en el subsuelo del edificio central de OSDE, en la Avenida Alem de la Ciudad de Buenos Aires, con una capacidad de 248 butacas fijas.
En este caso, la intervención que realizamos logró mejorar importantes aspectos del espacio, tales como: la funcionalidad, la imagen, el foyer, la flexibilidad de la sala, la iluminación, los medios de salida, la circulación y la distribución general del lugar.
La reorganización de los laterales de la sala a partir del facetado de sus paramentos permitió, sin perder capacidad, aumentar los espacios de apoyo y redistribuirlos para una mejor funcionalidad.
Restruturamos las áreas interpretando al auditorio como un sistema de funciones interrelacionadas.