La construcción es uno de los sectores que genera, directa e indirectamente, un porcentaje considerable de contaminación dentro del total de recursos como el agua, energía y materiales, además de generar numerosos residuos y emisiones de gases.
Esto conlleva que los arquitectos, como participantes en el proceso, deban sentirse responsables de su trabajo. Actualmente, la sociedad en general, y los arquitectos en particular, nos estamos concienciando de que es necesario aplicar estrategias que disminuyan este impacto de la arquitectura en el medio ambiente, tales como diseños más eficientes energéticamente. Sin embargo, aunque estas estrategias son muy interesantes, no llegan al final del problema, ya que se centran únicamente en la fase de uso de los edificios, y gran parte del impacto se produce en la construcción y demolición.
La mayoría de sociedades actuales se rigen por un esquema lineal de consumo: crear – consumir – desechar. Esta filosofía conlleva el gran problema de tener que gestionar los numerosos y crecientes residuos de todo lo desechado, y las materias primas y construcción de todo lo nuevo que se debe producir para cubrir la constante demanda.
La arquitectura circular (evolución del concepto de economía circular), pretende resolver esta cuestión definitivamente modificando este esquema lineal para que sea un esquema circular: en lugar de crear algo de la nada y luego desecharlo, se construye a partir de elementos y materiales desechados construcciones anteriores, reciclados, o reconvertidos, se le da uso, y al final de su vida útil en esa construcción se retira de forma ordenada para catalogar su nueva utilización en el siguiente proyecto. De este modo, los sistemas de producción se realimentan a sí mismos, reduciendo la necesidad de materias primas y de gestión de residuos.
Se puede resumir los aspectos básicos de la arquitectura circular en los siguientes:
- Diseño flexible y pensado para el desmontaje: los componentes y diferentes sistemas de los edificios deben diseñarse para poder ser desmontados o sustituidos sin deteriorarse para poder ser reutilizados o convertidos en otro recurso al final de su vida útil.
- Sistematizar las partes y sistemas del edificio y las uniones entre ellas: este concepto, llamado Shearing Layers, fue desarrollado por Steward Brand, que categorizó los edificios en las secciones: parcela, estructura, envolvente, instalaciones, espacio interior y mobiliario. Teniendo en cuenta que la vida útil de todos los materiales y sistemas no es igual, debe permitirse esta separación para realizar el mantenimiento y sustitución de las diferentes partes conforme vaya siendo necesario.
- Recoger en un catálogo las características y especificaciones técnicas y químicas de cada material empleado: es necesario un proceso exhaustivo para poder asegurar la implantación de cada material en la obra y elaborar sus rutas de reutilización con posterioridad. Los materiales no deben componer materiales tóxicos ni contaminantes que puedan liberarse en su reconversión.
- Eficiencia y responsabilidad energética: se debe asumir el compromiso de emplear materiales y técnicas de construcción y desmontaje que utilicen energías renovables en lo posible y con un consumo reducido. Igualmente, la obra construida debe ser sostenible durante su uso.
- Incluir estrategias de alquiler: implantar un sistema de alquiler de materiales, sistemas o productos, de modo que las empresas arrendatarias se hagan cargo de la instalación, reparación, sustitución y reciclaje de los elementos. De este modo, la empresa siempre gestiona su recurso de la mejor manera posible, y el cliente siempre tiene un servicio en óptimas condiciones.
A pesar de las múltiples ventajas que tiene este sistema circular, en la actualidad este sistema es poco viable, ya que requiere una implantación a gran escala de normativa internacional, innovación técnica, cambio social y comercial y renovación a gran escala en empresas de gestión de materias primas y construcción. Aunque no podemos encontrar edificios totalmente circulares, ya se están haciendo los primeros esfuerzos con algunos prototipos.
Fuente: Medio Ambiente Acción