Para promocionar la oferta, en el último mes, algunos agentes inmobiliarios uruguayos llegaron a Argentina, con el apoyo de la Embajada de Uruguay, para establecer contacto con un centenar de clientes. Traen en carpeta proyectos de torres de apartamentos que gozan de exoneraciones impositivas en su construcción como Montevideo Harbour, Nostrum Malvín y Ventura Carrasco, en general de alta categoría. Los precios llegan hasta los US$ 600.000.
“Vamos a vender y contar cómo está el mercado. En lugar de que vengan y tengan que recorrer, les llevamos los vendedores. Todos los productos van con un bono de descuento por 15 o 30 días para que vean que la oportunidad es ahora”, informó Wilder Ananikian, director de Ananikian Negocios Inmobiliarios, en declaraciones publicadas por la revista Búsqueda de Uruguay.
“Para los argentinos los dólares son oro. Acá el dólar está igual hace tres años, entre los $40 y los $42. Es lo mejor que nos puede pasar. Ellos buscan rentabilidad; los inmuebles en Uruguay ofrecen el 6% anual, libre de impuestos; los precios (de las propiedades) están mejorando; hay crédito hipotecario para extranjeros; se flexibilizaron los requisitos para la residencia fiscal y la inflación está en el orden del 9%”, enumeró ese empresario.
A mediados de agosto, varios promotores uruguayos ya habían cruzado para presentar la oferta de propiedades que tiene Uruguay en la Expo Real Estate 2022. “Me siento como un hermano que viene a ver a su hermano mayor para decirle lo bien que hacemos las cosas trabajando en Uruguay”, dijo el subsecretario de Vivienda, Tabaré Hackenbruch, en uno de los paneles de ese evento —realizado en el Hotel Hilton de Buenos Aires— donde comentó las herramientas de promoción para la construcción y los cambios más recientes al marco legal.
También citado por el semanario oriental, el funcionario destacó que la ley de “vivienda promovida” se mantiene como una “política de Estado” y que, dentro de la “continuidad institucional”, con la “impronta de mayor libertad” que le dio este Gobierno -quitando los topes de precio, ampliando las zonas de promoción, liberando restricciones de metros cuadrados y cantidad de monoambientes-, hubo “un gran empuje” de ese tipo de construcción por parte de los privados. Señaló que el “gran movimiento” de la industria de la construcción se observa en los 57.000 empleos directos, que en buena parte generan las obras de vivienda.
Hackenbruch dijo que el 2021 fue año récord en la cantidad de viviendas cuya construcción fue incentivada con rebajas fiscales desde que existe el régimen.
Fuente: El Economista, septiembre 2022.-