Para este proyecto, el objetivo fue poner en valor y reciclar el edificio patrimonial existente, destacado por su calidad urbana y arquitectónica, otorgándole un nuevo uso comercial y gastronómico en una zona cuya infraestructura y equipamiento de servicios a escala barrial es superada por la creciente demanda de m2 de oficinas.

En base a esto, proyectamos un edificio nuevo de oficinas por detrás del edificio existente que aloja el zócalo comercial del complejo de oficinas. Son dos construcciones autónomas pero conectadas, destinadas a clientes TIC, transformadas en un espacio comercial y de oficinas, ubicadas en una de las áreas más pujantes de la ciudad.

El proyecto incluye un volumen exento de oficinas de categoría, aprovechando las posibilidades del terreno. Esta decisión cumple la doble función de marcar un límite claro y contundente entre el edificio patrimonial y la nueva construcción, a la vez que otorga carácter cultural e histórico al zócalo comercial.

Las visuales desde la calle dejan en un segundo plano los nuevos edificios para que no compitan con los edificios patrimoniales sino que más bien potencien su calidad arquitectónica integrándolos en un conjunto armónico.